jueves, 31 de mayo de 2007

Habla la lengua del Padre

Despierta.
Es momento de que vuelvas a hablar la lengua del padre.
Es momento que la idea de babel caiga para que la palabra sea la misma. Que el mana brote de ti y el amor cobije tu mensaje.

Que el afecto se sienta en cada parte de aquello que dices.
Eres eso que esperas encontrar, no aquello que hasta ahora has encontrado. Bendito mana que caiga el babel que te confunde y entiendas que siempre han hablado la misma lengua. Recuerda, no son iguales, son lo mismo.
Estás en tí, estás en el otro, están en aquellos que hoy se preguntan el porque del camino que tienen trazado.
Cuando la lengua trascienda el umbral perceptible, y tu presencia sea el mensaje de vida frente a tus ojos, estarás viendo la puerta frente al hogar, habrás llegado. No hay más palabras, el significado se unifica. El hombre no hablara, el hombre es el significado de aquello que esta escrito.
Todos somos eso y eso es vacío. Cada estrella se sintoniza como un chakra, la vibración se hace perfecta frente a la presencia del ser.

Somos eso, y eso debemos alcanzar. Ahí esta el final del viaje. No nos divide la lengua, no nos divide el pensamiento, la creencia. No hay separación. No esta aquello que nunca estuvo.
Despierta mi señor que tu mirada vea latir el alma de Dios. Que la vida del ser en que moras complete su expresión de alcanzar el brillo que tú llevas.

Melchizedek / A través de Juan Manuel