
Se la estrella del alba mi pequeño, sé señal para otros. ¿No te has preguntado porque Dios trajo estrellas del cielo a la Tierra?
Hijo mío, te habla tu madre, el hombre debe caminar con los ojos en el camino pero mirando al que guía.
Caen las hojas de los árboles, ya que es la época en que nada cubra el cielo para que las señales se vean. Los vientos se calmaran, y el mar no producirá ruido alguno. Los ángeles del tiempo, separaran los cielos para que brilles y le marques al hombre la palabra del padre. Muestrale al hijo de la tierra que el amor esta en los cielos, en mi y en sus corazones.
Observa mi niño aquello que todavía otros no ven, ya que el mensaje mas importante esta escrito en el alma de esta existencia. Es el momento de ser lo que hemos venido a ser. Estrella que miras al cielo, es momento que brilles sobre la tierra ya que la paz del padre se expresara en el Dios hombre que camina junto a mí.
Es tiempo, prepara tu espíritu y vuelve a ver el universo en tu interior, quien pueda que me escuche ya que todo fue anunciado.
Pequeño que brillas, que el hombre vea más allá de sus narices no esta en ti hacerlo. Simplemente brilla y que tu luz sirva de ejemplo para que entienda los caminos de la gracia, el sendero de la vida. Cada parte de Dios despertará y se reconocerá a si misma si es que tiene que hacerlo.
Sigue surcando los cielos niño mío, viniste con el alba a caminar entre el hombre. Eternos son los pasos de aquel que navega en el tiempo para ayudar al Dios dormido a que despierte. Estas aquí, estas en mi y estas en todos. ¿Te confundes a veces? Siento tu alma aquí y más allá de donde nadie ha ido. Mi pequeño que has despertado, ¿No te gusta lo que encuentras? Tu vida late ahora en mis ríos, mares, eres el océano mas grande sobre mi superficie. Ya que el tamaño esta en tu eterna vida. Vienes con el cambio y para el cambio. No te lamentes y vuelve a ti, ya que desde ahí la llama de la vida ilumina. Desde ahí todo hombre vera la verdad en el secreto.
Te amo tanto parte mía… sigo en silencio caminando contigo.
Gaia / A través de Juan Manuel