viernes, 27 de julio de 2007

Las señales ya se estan dando

Mira mi rostro, ¿Cuántas vidas ves en él? Son las marcas de todo lo que llevan vivido, de todo aquello que han experimentado en este eterno viaje de ser un todo.

Las cosas parecen si las miras desde donde Dios las percibe, como esencia natural que fluye entre las ramas de un ciruelo. ¿Qué les ha dejado esta vida? Es un viaje tan profundo el que están haciendo. Los caminos suelen ser sinuosos pero puedes apreciar la maravilla que se percibe en cada lugar por donde has transitado.

¡Qué misterio es esto de regresar a donde partimos! ¿Te resulta complicado?

Mi niño, hay muchas cosas que no se pueden describir con el lenguaje de las palabras. Has contemplado como los símbolos que te marca el ángel azul contienen tanta carga de amor y libertad elevando la frecuencia del alma hacia donde Dios reposa. Ahí estas tu, ya que te traduces en el símbolo para darte a otros.

Las señales ya se están dando, los que vinieron a enseñar lo están haciendo. Los que vinieron a mostrar como vivir desde aquello que produce tanta paz y armonía, lo están haciendo. Cada ser hará su elección de donde va posar su vista en lo que resta del viaje.

Estamos entrando en la época en que las palabras serán ternura, estamos en el final de la historia en que las palabras dañaban aquello que solo se concibe desde el amor.

El cambio esta comenzando dentro del ser que respira. Se acaba el camino del hombre, ya que todo lo que han visto con vuestros ojos será distinto. Están entrando en el ocaso de viejos patrones para comenzar hacer arrastrados por olas de sincronización en cada uno de los rincones del mundo. Hijo mío, nunca fueron eso llamado hombre ya que algo que no se puede medir en miles de existencia no merece nombrarse como algo frágil y limitado.

Es momento de entrar en un espacio divino para que cada ser que habita en el gran espíritu, vuelva en si mismo al reencuentro de eso que ama. Amar desde donde el alma habla el lenguaje de la vida, donde tú cooperas con la existencia y ella vibra en tu presencia. Dos serán uno, ya que uno refleja el deseo de unidad.

Mi niño vuelve a mirar mi rostro y fíjate como se disuelve cada partícula suelta en el agua y se fusiona en el océano donde todo existe y siempre ha existido. Cada ser de amor que habita en ustedes debe empezar a vivir desde el lugar más sagrado que solo se encuentra dentro de vosotros. Son palabras que ya se han dicho, pero ustedes son millones que todavía no las han escuchado. Todo será muy distinto y esta comenzando. Dichoso aquel que pueda entender esto, porque vera tanta maravilla en el secreto de la vida.

Siempre han estado en mí…

Arcángel Miguel / A través de Juan Manuel