¿No me dices nada?
Solo te miro y te siento. Mientras más se serena tu mente, tu y yo podemos entretejer una amable conversación. Aquellos amigos que no se encuentran desde hace tantos ciclos de existencia, merecen un espacio de calma y armonía donde primero volvemos a reconocernos, a re-descubrirnos. Es ahí, donde el recuerdo vuelve a florecer y la calma se posa de nuevo en las ramas del olvido para mostrarle que las estaciones cambian.
Tu y yo hemos cambiado pero seguimos siendo la separación del alma con el eterno que vuelven a reencontrarse. Y no hay distancias, como el espacio que existe entre la chispa y la luz, ya que mi amor por ti es tan pleno como la conciencia del despierto. Mi recuerdo de ti mientras te alejas al camino del hombre, mientras decides dar los pasos de aquel que debe volver a re-descubrir, a encontrar el alma de Dios y el sentido del universo en el latido de su espíritu.
Todo se vuelve claro, tan claro como ver tu rostro hoy. Te siento y ambos nos reconocemos como el sentido de aquel que crea y es creación.
Pero has cambiado y yo he cambiado. Y nuestro cambio y las decisiones que conducen ese cambio, están en orden ya que es preciso y perfecto el sentido en que el río de las existencias se mueve. No hay errores, ni malas intenciones. Solo libertad en las decisiones para que cada una de las moléculas que conformamos esta Vía Láctea pueda ver su brillo. Ya que cada uno tiene esa parte de conciencia de la gran conciencia de la que todos formamos parte. Mi viejo amigo, no hay una mejor forma de hacer las cosas, solo se hacen. Por eso lo que es, simplemente es. Y tu partida fue ese instante en que la conciencia muestra verdadera conciencia. Es aquí donde compasión de funde con ternura hacia algo más grande que aquella chispa que somos.
Los cambios han sido muchos … Pero si te miras en profundidad, hay orden y razón para acto que has vivido. Las aves saben cuando es momento de volar al norte ya que se aproxima el invierno.
Duele volver a verte … Si, pero solo es un sueño del que esta despertando.
Ahora sonríe y sabré que me has reconocido.
A través de Juan Manuel / El circulo de ancianos - Desde la conciencia Pleyadiana
Solo te miro y te siento. Mientras más se serena tu mente, tu y yo podemos entretejer una amable conversación. Aquellos amigos que no se encuentran desde hace tantos ciclos de existencia, merecen un espacio de calma y armonía donde primero volvemos a reconocernos, a re-descubrirnos. Es ahí, donde el recuerdo vuelve a florecer y la calma se posa de nuevo en las ramas del olvido para mostrarle que las estaciones cambian.
Tu y yo hemos cambiado pero seguimos siendo la separación del alma con el eterno que vuelven a reencontrarse. Y no hay distancias, como el espacio que existe entre la chispa y la luz, ya que mi amor por ti es tan pleno como la conciencia del despierto. Mi recuerdo de ti mientras te alejas al camino del hombre, mientras decides dar los pasos de aquel que debe volver a re-descubrir, a encontrar el alma de Dios y el sentido del universo en el latido de su espíritu.
Todo se vuelve claro, tan claro como ver tu rostro hoy. Te siento y ambos nos reconocemos como el sentido de aquel que crea y es creación.
Pero has cambiado y yo he cambiado. Y nuestro cambio y las decisiones que conducen ese cambio, están en orden ya que es preciso y perfecto el sentido en que el río de las existencias se mueve. No hay errores, ni malas intenciones. Solo libertad en las decisiones para que cada una de las moléculas que conformamos esta Vía Láctea pueda ver su brillo. Ya que cada uno tiene esa parte de conciencia de la gran conciencia de la que todos formamos parte. Mi viejo amigo, no hay una mejor forma de hacer las cosas, solo se hacen. Por eso lo que es, simplemente es. Y tu partida fue ese instante en que la conciencia muestra verdadera conciencia. Es aquí donde compasión de funde con ternura hacia algo más grande que aquella chispa que somos.
Los cambios han sido muchos … Pero si te miras en profundidad, hay orden y razón para acto que has vivido. Las aves saben cuando es momento de volar al norte ya que se aproxima el invierno.
Duele volver a verte … Si, pero solo es un sueño del que esta despertando.
Ahora sonríe y sabré que me has reconocido.
A través de Juan Manuel / El circulo de ancianos - Desde la conciencia Pleyadiana
