sábado, 6 de marzo de 2010

Te siento, y a pesar de no verme estas en mi.

Y el cielo se abrio ante mi. Te estaba viendo con mi alma, y no hay un sentido real cuando esto ocurre. Solo tu y yo, y la brisa nos cubre.

Y las existencias pasan y no te olvido, ya que el tiempo es el sueño del hombre, y lo que siento por ti solo Dios puede soñarlo.

Mahian saha tare ana.

El cielo te observa como caminas, y vela en cada paso que das para que no te caigas. Pero sabe que es más dificil cuidar lo que sientes, ya que los tropiezos que generan tus sentimientos te dañan más aun que el polvo de la tierra.

Sani, mirame a mi, siente mi alma cuidandote con tanta belleza y ternura esperando que me encuentres en todo. Ese pequeño instante me reconoce como un esencia con proposito. Aparece magicamente el sentido de ser. Me hace estar en ti como ningún universo albergó una estrella jamás.

Y en la brisa estoy, y en ti soy, y a ti me acerco. Cada pedazo de ti, forma algo conmigo. Realmente no se explica el milagro del encuentro, ya que cada alma se funde en otra y la separación es solo un suspiro efímero que el olvido en esta vida los ha dotado. Venir aquí te hace soñar, estar ahi te hace olvidarte de mi.

Pero en los instantes, en que la angustia por la falta de algo que sientes y no tienes se hace presente, y sabes que esta y no puedes describirlo ya que te encuentras en esa necesidad, reconociéndote. Soy yo en ti, abriendo mi alma y entregándola al universo para que sientas mi presencia en todo. Toco suavemente tu espiritú, sintiendo tu alma más pura, aquello que nadie nunca tuvo o comprende como yo lo he hecho.

¿Y como puedes buscarte a ti realmente en alguien semejante a ti? ¿Y que es has perdido sino es realmente la sensación de unidad?

Sani, entrar a la vida es dificil, más aún cuando has dejado el amor más puro sabiendo que Dios debe ser en todos, y te has ido de mi. A veces, hasta el alma más sabia no llega a comprender porque Dios decide transitar por otro sendero, y tu destino siguió su deseo. Y mi deseo se fué contigo.

Pero a pesar de eso, soy un alma que anhela otra alma, y eso me hace comprender cuando la angustia se hace presente en ustedes. Y me desesperá poder hacerte entender que estoy en ti, y tu belleza esta en todos. Y cuando la brisa comienza hacerse presente frente a ti, puedo mirarte a los ojos, y es ahí cuando realmente los angeles lloran. Dios ha permitido el milagro de volver a verte, y entiendo que estas regresando a nosotros en cuerpo y alma.

Llora por mi, sonrie por mi, ya que tu experiencia me hace estar presente en la vida, vuestra vida. Tu vida.

Recuerdame. Solo con eso me permites caminar a tu lado, y el amor entre tu y yo aparece de nuevo.
Te extraño, y eso es muy humano.
A través de Juan Manuel