jueves, 10 de mayo de 2012

Camino

Y abres las manos al cielo mi niño, en la oración el viento florece en tu alma.

No hablamos hace mucho tiempo..

Pero mis ojos siguen posados en ti, y mis pensamientos son tus pensamientos. Tu silencio, mi silencio. Tu deseo de hablar, mi alegría.

¿Porque estamos?

Sanaeh, mi pequeño secreto, que tu brisa sea mi aliento y tu sonrisa el recuerdo en tu rostro de cada vez que nos hemos encontrado. Yo en ti como tu en mí, son las palabras que el padre dice al hijo. Siempre creemos que el camino se transita por la acción de avanzar sin que el sentido tenga mayor sentido.

Sanaeh, eres mi sentido y la fuerza que impulsa ese avance, ya que sin ti no tendría camino ni sentido de porque caminar.

El mayor secreto ante ti mi pequeño, es que no hay destino sino creemos en el destino. La vela se enciende no por el fuego, sino por el deseo de que se encienda. Eso Sani hace que el espíritu que habita en todo y en todos, se colme de gracia para que el fuego sea fuego. Eso es orden y sentido de todo aquello que ocurre en nosotros. Eso es libre albedrío ya que en toda elección hay impulso y deseo.

¿Todos tenemos un camino? ¿Tengo un camino?

Tienes el mayor de los sentidos para ser camino. No un camino, ni tú camino Sani. Ya que eres la respuesta al deseo del padre de ser y estar en cuerpo y alma. Sanaeh, Dios camina en Dios para que el camino sea. Dios se exalta frente a su propia presencia, se regocija en sus hijos, y se enaltece en tu rostro.

Sani ta maeja. Que el silencio te cubra esta noche.

Arcángel Miguel / A través de Juan Manuel